Final inesperada, Bayern Múnich-Chelsea, pero final tan valida por lo podría haber sido nuestra finalísima, Madrid-Barça, que tanto queríamos y tanto deseaba Europa y el mundo entero.
Alemania y la ciudad de Múnich colapsada por un deseo, toda una ciudad y todo un país entero animando al anfitrión, al Bayern Múnich que se juega en noventa minutos toda una temporada y el sueño de todo un país de conquistar la Champions League, un sueño que dura once años, precisamente, desde que el propio Bayern Múnich conquistara en San Siro y ante el conjunto español del Valencia, una champions en unos fatídicos penalties que hicieron llorar al guardameta valencianista, Santi Cañizares, unos amargos penalties tan dulces para un conjunto teutón que se ha colado en la finalísima de hoy, precisamente por esa vía, por los penalties del Bernabeu que dejaron al Real Madrid a los puertas de la décima.
Como consuelo está el tener en ambas filas a dos ex madridistas, Robben en el Bayern y Mata en el Chelsea, el primero como gran estrella de un auténtico "equipazo", con todo el poderío ofensivo, tanto físico como goleador, de cualquier equipo alemán, con la tercera mejor delantera del planeta, por detrás de la Barcelona y Real Madrid, Robben-Riberý-Mario Gómez, letales en la cita de semifinales y que serán un auténtico quebradero de cabeza para la defensa de circunstancias que presentará el Chelsea debido a las bajas por lesión de Terry e Ivanovic, un punto débil que los expertos del mundo del balompié auguran como decisivo para la suerte de la finalísima de hoy.
En el cuadro bávaro al igual que en el británico también son notorias las ausencias por sanción de Alaba, Badstuber y Luiz Gustavo lo que obliga a Heynckes a recomponer la línea defensiva dando entrada a Contento en el lateral izquierdo y al veterano, Tymoshchuk, que formará pareja en el centro de la zaga con Boateng mientras Lahm ocupará su posición habitual de lateral derecha.
En el mediocampo, la baja de Luiz Gustavo nos regala la oportunidad de disfrutar con un centro del campo más creativo a la vez que cargado de músculo con el motor de la selección alemana y del Bayern, el célebre Schweinsteiger, acompañado por Kroos y enlazando por delante por los auténticos goleadores del equipo (Müller-Robben-Riberý), todos ellos al servicio del gran Mario Gómez, el "9" del equipo, de la selección alemana y uno de los verdugos del Real Madrid en la eliminatoria de semifinales.
En cuanto al Chelsea, los camaleónicos "blues" de la mano de Roberto Di Matteo, ha vuelto a la élite del fútbol europeo y del mundial en una temporada que parecía desastrosa y que puede convertirse en la mejor temporada en la historia del club londinense.
Será la segunda final del equipo presidido por el multimillonario ruso, Roman Abramovic, una temporada muy similar a la de hace cuatro años, 2007-2008, con un equipo deshinflado que terminó con la destitución más por razones personales que deportivos, del portugúés, José Mourinho, actual entrenador del Real Madrid, cogiendo el equipo su segundo, Abraham Gram, y llevándole a la finalísima de esa edición que sería para el Manchester United de Sir Álex Fergusson y donde brillaba un tal Cristiano Ronaldo, un jugador que dos temporadas más tarde recalaría en el Real Madrid.
En el aspecto deportivo, las bajas de Terry, Ivanovic, Meireles y Ramires condicionan mucho el esquema del técnico italiano especialmente en la parte defensiva donde el célebre ex jugador italiano, recupera, eso sí, "entre algodones", a David Luis y Cahill mientras que Bosigwa y Cole serán los laterales del equipo.
En el mediocampo, los todoterrenos, Obi Mikel y Essien, suplirán a Meireles mientras que Lampard podría funcionar por delante de ambos, en un trivote defensivo que nos recuerda mucho a los de Mou en el Real Madrid, toda una "telearaña" defensiva que sirvió para contener al que dicen es el mejor mediocampo del mundo, el del Barcelona, y que hoy intentará hacer lo mismo con el rocoso, combativo y creativo centro del campo del Bayern Múnich (Müller-Riberý-Robben) auxiliados por Schweinsteiger y Kroos.
En la parte ofensiva, Chelsea y Bayern igualan sus fuerzas con el tridente (Mata-Malouda-Drogba) intentando desarbolar con rápidos contragolpes la defensa germana, tres rápidos y habilidosos jugadores con un tremendo olfato goleador como ya demostraron en la eliminatoria de semifinales ante el Barcelona, marcando tres goles de cuatro llegadas en 180 minutos ( partido de ida y vuelta). Tres "matadores del área" que tendrá un recambio de lujo, Fernando "el niño" Torres, decisivo en la vuelta con el Barcelona haciendo el (0-2) definitivo, un jugador que desde la llegada de Di Matteo es otro, ha recuperado su fútbol, su rapidez y sobre todo, su olfato goleador, volverá a estar en la Eurocopa y es sin lugar a dudas, un jugador "decisivo" en las finales, como ya demostró con la selección española, en la final de la Eurocopa y del Mundial, en la primera marcando el gol de que daba a España su primera Euro en color ante precisamente Alemania y en la segunda iniciando la jugada del gol de la roja ante Holanda, el célebre y siempre imborrable "golazo" de Andrés Iniesta que convertia a España en campeona del mundo por primera vez en su historia. Mata y Fernando Torres contra Riberý-Robben.Mario Gómez, dos estilos diferentes pero con un mismo objetivo, conquistar con el cetro continental, el primer para el Chelsea y el quinto para el Bayern Múnich.
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