Redacción: M. Isabel Gómez
En la tanda de penaltis de la semifinal contra Portugal, Sergio Ramos asumió la responsabilidad de chutar el cuarto penalti y lo lanzó a lo Panenka. Y lo metió, dando ventaja a España. Ese gol, unido al posterior fallo de Bruno Alves y al definitivo gol de Fàbregas le dio a España el pase a la final de la Eurocopa. Además, Ramos fue elegido mejor jugador del partido.
Después de fallar el penalti que lanzó en la tanda de las semifinales de la Champions League ante el Bayern de Múnich, Ramos fue muy discutido por lanzar su penalti por encima del larguero y se pudo desquitar.
Después del partido, comentó: “Tenía ganas de lanzar un penalti tras las semifinales de la Champions (erró ante el Bayern). Quería quitarme la espina y contestar a quienes dicen que me puede la presión. Mi estado anímico era bueno y tenía mucha confianza. Además, tenía un portero que es único”. "Lo tenía pensado durante toda la semana, pero no lo he ensayado porque siempre había cámaras en los entrenamientos", dijo.
“La temporada ha sido larga y merecíamos esto. Por encima de los premios individuales están lo colectivo. Estoy orgulloso de ser español y de llevar tan alto nuestro deporte”, añadió. Y concluyó: “Se lo dedicó a mi familia, a mi chica y a la afición. Ahora toca soñar. Del segundo no se acuerda nadie”.
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