El máximo organismo del fútbol europeo, la Uefa, ha vuelto a chocar con España en un tema delicado como el de homenajear a una persona, a un deportista fallecido esta semana por una desgraciada enfermedad, en concreto, al jugador del Real Betis, Miki Roqué que falleció el domingo por la tarde víctima de una larga enfermedad.
Los jugadores españoles, algunos como Sergio Busquets, compañeros de Roqué en sus inicios en el Lleida, el equipo de su pueblo, se mostraron visiblemente afectados por la noticia y expresaron sus condolencias públicamente con una carta dirigida a la famlia de Roqué.
El equipo español guardó un minuto de silencio antes del inicio del entrenamiento del lunes sin embargo, hoy tenían previsto pedir a la Uefa que les dejase guardar un minuto de silencio en memoria del joven jugador verdiblanco y lucir brazaletes negros en señal de luto, una petición que al igual que sucedió en el partido inaugural ante Italia, cuando los españoles quisieron rendir también un homenaje al ex entrenador de Levante y Sporting, Manuel Preciado, ha sido nuevamente denegada por la Uefa, en una nueva muestra de "cacicada" del máximo organismo continental representado por el francés, Michael Platini.
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