Asestar el golpe
definitivo. Con esa intención afronta este miércoles el Madrid el cuarto
encuentro de la serie por el título que le enfrenta al Barcelona (22.00 horas).
Tras el contundente triunfo cosechado por los blancos el pasado lunes, una
victoria en cualquiera de los dos partidos restantes serviría para que los
madrileños vuelvan a proclamarse campeones nacionales tras una sequía que dura
ya cinco temporadas.
Con la moral por
las nubes y un ambiente enfervorizado a su favor, el Madrid tratará de hacer
buena la victoria obtenida en Barcelona para evitar que la serie regrese al
Palau. Apenas 48 horas después de destrozar al conjunto catalán en un tercer
partido memorable, la posibilidad de alzar el título en casa resulta una
motivación inmejorable.
El conjunto
blanco, a lo largo de la serie, ha clarificado cuáles deben ser las claves para
vencer. Con un dominio incontestable desde el comienzo de la eliminatoria, sólo
interrumpido por una memorable acción de Marcelino en el partido inaugural, los
madrileños han encontrado la fórmula para hacer sufrir a su rival. Una vez más,
la velocidad, el contraataque y las transiciones rápidas se antojan como el
camino más rápido hacia el triunfo.
Los catalanes,
por su parte, mirando al abismo frente a frente, tendrán que mejorar mucho lo
exhibido para tener opciones de prolongar la serie. Tras la mala imagen
ofrecida en casa y el severo correctivo recibido en Madrid, las posibilidades
del Barcelona como visitantes han quedado en entredicho. Sin embargo, un
conjunto acostumbrado a disputar partidos decisivos no parece invitar a que los
locales festejen el título antes de tiempo.
Por tanto, la
serie y el campeón podrían quedar dilucidados antes de lo esperado y en un
escenario con el que pocos contaban. El Madrid no quiere prolongar más la
espera para volver a reinar. El Barcelona, entretanto, luchará por dignificar
su imagen en el escenario más adverso de los imaginables. Mientras, el trofeo de
campeón aguarda a su dueño.
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