Para afrontar el partido, los dos entrenadores decidieron
apostar por el mismo once que habían utilizado para el partido inaugural. Los
precedentes hacían prever que Portugal debería llevar el peso del partido, ya
que después de su derrota ante Alemania, un nuevo traspiés los dejaría
eliminados.
Sin embargo, los daneses empezaron achuchando a Portugal,
más por el empuje de sus jugadores que por su calidad, demostrando ser un
equipo muy ordenado y sin ningún tipo de complejos. Con ese panorama, los
portugueses eran incapaz de organizar su juego desde atrás, e intentaba buscar
a Cristiano con balones en largo. Con el paso de los minutos, Portugal encontró
que la mejor manera de atacar era utilizar sus rápidas y habilidosas bandas, y
por ahí creó más peligro sin llegar a adueñarse del partido. Un mazazo para
Dinamarca fue la lesión de Zimling, el mejor jugador del centro del campo
danés. Otro mazazo, y más grave, fue el gol de Pepe a la salida de un córner en
el minuto 24, que ponía el 1-0 en el marcador.
El gol provocó que Portugal se relajase y asentase en el
campo. Los daneses nunca consiguieron crear peligro, y su orden en el campo no
fue suficiente para evitar el segundo gol portugués, anotado por Postiga en la
enésima llegada por banda de Nani. Minuto 36 y 2-0 en el marcador. No duró
mucho la alegría portuguesa, y la justicia se alió con los daneses para anotar
el 2-1 en minuto 40 con un cabezazo de Bendtner, en una bonita jugada colectiva
que él mismo había empezado. Así se llegó al descanso, con un resultado que
dejaba las espadas en alto para la segunda parte.
La segunda parte siguió sin dominador absoluto, aunque
Portugal cedió la posesión del balón para poder pillar al contraataque a los
daneses. Y pudo funcionar su estrategia desde muy pronto, cuando Cristiano se
plantó mano a mano delante del portero danés, pero no definió correctamente.
Los minutos siguieron corriendo sin que nada ocurriese sobre el terreno de
juego, ya que Portugal enfrió magistralmente el partido. En el minuto 59, una nueva
lesión golpeó a Dinamarca, en este caso al veterano Rommedahl, que dejó su
lugar en el terreno de juego a Mikkelsen.
Con ese nuevo cambio, Dinamarca consiguió acercarse más a
los dominios de Rui Patricio con continuas llegadas del recién entrado en el campo
Mikkelsen, pero sin llegar a dominar a una Portugal que vivía tranquila. Al
contraataque, llegaría de nuevo un mano para Cristiano Ronaldo, todavía más
claro que el anterior, y con una resolución todavía peor. Tanto perdonar...que
al final llegó el empate de Dinamarca, de nuevo tras cabezazo en el minuto 80.
El 2-2 en el marcador, que dejaba a Portugal con pocas opciones de
clasificarse.
Igual que en los últimos minutos ante Alemania, Portugal
achuchó en los últimos minutos a su rival, y Cristiano volvió a tener otra en
el minuto 84. No tuvo su día el crack portugués, si bien hay que reconocerle
que todo el peligro de su selección proviene de sus intervenciones. Pero en
esta ocasión, el ataque en bandada portugués sí que tuvo éxito, y Varela
empalmó una volea dentro del área en el minuto 87 que ponía el definitivo 3-2
con el que se llegaría al final del encuentro.
Por tanto, un resultado que deja a ambas selecciones con
tres puntos y posibilidades de acceder a la siguiente fase, a la espera de lo
que pase en el otro partido del grupo entre Holanda y Alemania.
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