La previa: Francisco J.
García Bruno
El mayor reto de
la temporada. Así afronta el Real Madrid la serie definitiva en la lucha por el
título que arranca este miércoles en Barcelona (20.45 horas). Tras superar sus
respectivos duelos en semifinales ante Caja Laboral y Valencia Basket, los
máximos favoritos año tras año dilucidarán cuál de ellos se alzará como
campeón.
Los precedentes
en la presente campaña anuncian una serie que se presenta de lo más igualada. En
lo que a emparejamientos directos se refiere, los azulgrana se impusieron en el
duelo por la Supercopa, mientras que los madrileños se hicieron, contra todo
pronóstico, con el título de Copa del Rey. Respecto a los enfrentamientos en
liga regular, cada uno de ellos se proclamó vencedor en el partido disputado en
casa.
El Real Madrid,
con el factor cancha en contra, llega a la ronda definitiva habiendo mostrado
dos caras bien diferentes a lo largo de los PlayOffs. Frente a un rival de la máxima exigencia,
será imprescindible que los blancos exhiban su mejor versión para tener alguna
opción. El resurgir de jugadores fundamentales, como Sergio Rodríguez o
Velickovic, podría tener una importancia capital a la hora de conseguir sumar
algún triunfo en la ciudad condal.
Entretanto, los
azulgrana, líderes de la competición en temporada regular, terminan una
temporada de luces y sombras. Habiendo disputado las finales de todas las
competiciones, la falta de acierto en los momentos decisivos dejan, de momento,
un pobre bagaje en su campaña. Si Juan Carlos Navarro, que disputa su décima
final de liga ACB, encuentra su mejor versión y el ambiente del Palau Blaugrana
se deja notar, los catalanes tendrán mucho ganado.
De tal manera,
da comienzo un enfrentamiento clásico como pocos y en el que ambos conjuntos
tienen un buen número de cuentas pendientes por resolver. La diferencia entre
ellos, en esta ocasión, parece menor que nunca. El Madrid confía en dar un
vuelco a la historia y derrotar al eterno rival. El Barcelona, por su parte,
tratará de endulzar una irregular temporada. La emoción está servida.
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