FASE PREPARACIÓN | JJOO 2012
Crónica: Francisco J. García Bruno
Más sufrimiento del esperado. La victoria de la Selección Española de Baloncesto frente al combinado oceánico (75-69), quinta consecutiva en la fase de preparación de cara a los Juegos Olímpicos de Londres, resultó ser mucho más compleja y trabajada de lo que cabía pensar en un principio. El Palacio de los Deportes de Granada fue testigo de excepción de una interesante prueba ante un rival que dejó entrever algunos detalles interesantes.
En un encuentro igualado de principio a fin y en el que, incluso, los visitantes llegaron a dominar durante buena parte del segundo tiempo, sólo al final consiguieron los vigentes campeones de Europa hacer claudicar a su adversario. Un rival que, amparado en la calidad de sus puntales, jugadores conocidos tanto en la NBA como en el Viejo Continente, logró sembrar algunas dudas ante uno de los claros aspirantes a medalla en Londres.
El combinado español, una vez más, se mantuvo intratable en el poste bajo, castigando una y otra vez a los jugadores interiores australianos. Pau Gasol, inconmensurable desde el primer instante de partido (22 puntos y 28 de valoración), demostró de nuevo estar a un nivel superior y dominó todas las facetas del encuentro cada vez que se lo propuso. Con Felipe Reyes e Ibaka apoyando al estandarte del equipo, se cosechó una victoria que disimula las carencias del conjunto en esta fase clasificatoria. La ausencia de Marc Gasol, sumada al menguado rendimiento de jugadores como Juan Carlos Navarro o José Manuel Calderón, afectan sensiblemente al equilibrio exterior-interior de un conjunto llamado a pelear por los metales.
El conjunto ‘aussie’, exhibiendo una reseñable efectividad desde la línea de tres puntos, mantuvo sus opciones hasta el final del partido. La gran calidad de jugadores como David Andersen y Patrick Mills, permitió a los visitantes demostrar que son un equipo a tener en cuenta de cara a la cita londinense. De no ser por un contundente parcial en contra de 15-0 en el último cuarto, el desenlace del compromiso pudo ser bien distinto.
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